Emilio Sierra (un gran referente de la traducción en la Argentina y quien fuera, entre otras cosas, presidente del Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires) es autor de esta pequeña maravilla, un "diccionario empírico", según nos explica él mismo, con terminología marítima, médica, informática, de biología y de comunicaciones. Como había soñado el autor, me ha salvado el pellejo más de una vez. Emilio compiló esas benditas palabras, esos desafíos que nos sacan de la ruta cómoda mientras vamos traduciendo.
Un detalle... palabrero... El diccionario se llama ¿Qué significa esta bendita palabra?, pero en letra blanca, en el fondo, se puede leer ¿Qué significa esta maldita palabra? Es decir que la obra se solidariza con quienes hemos elegido la profesión de cruzapuentes incluso desde la tapa. Complicidad de palabristas.
Hablando de palabras malditasbenditas, en medio de una traducción de medicina, me crucé con esta oración:
"The typical age of a person with GERD is about late 50s, early 60s, so this patient is clearly an exception," Dr Smith said.
Se puede pensar que las palabras más técnicas son las más difíciles de traducir. A veces. A veces, pasa todo lo contrario. Podemos cruzarnos con estos desafíos inesperados en medio de un documento. Yo miraba y miraba late 50s y early 60s.... y odiaba a ambos sintagmas. Me los imaginaba parados en el medio de mi camino hacia la tecla enter (i.e. > send translation), con los brazos en jarra mientras me decían: ¿Y, traductora? Che facciamo? La primera lectura enoja al profesional porque conocemos las palabras... ¡Probablemente son palabras que aprendimos en segundo año de la Cultural Inglesa! Grrr...
Entonces, una detiene el auto. Estaciona en la banquina. Y se entra en modo éxtasis de búsqueda hasta que se produce la epifanía. O no. Este proceso es, entre otras cosas, excitante. Llámennos freakies, because we certainly ARE. Generalmente, retomamos la ruta felices.
Aurora Humarán