viernes, 27 de diciembre de 2019

Azul Francia. Amarillo patito. Blanco roto

Hace unas semanas, "perdí" mi mochila en un aeropuerto. Por suerte, la recuperé y, de yapa, tengo esta anécdota lingüística deliciosa.

Fui al lugar que me indicaron unificaba todas mis posibilidades de recuperar la mochila. En la oficina me atendió un empleado filipino al que describí mi mochila: "una mochila de color mostaza de este tamaño" (gesto). Buscó y buscó, pero no aparecía la mochila por ningún lado. Se sumó su compañero (paquistaní) con actitud de He-Man. "Dejame a mí", dijo, y se puso a buscar. Nada. Luego de revisar todos los posibles lugares (computadora mediante), la conclusión fue que 1) probablemente la había dejado en el avión (algo que yo estaba segura de que no era posible) 2) se la había quedado o la había perdido el chofer que me esperaba cuando llegué a la ciudad (algo que también descartaba por temas de confianza).

En esa mochila, tenía elementos esenciales para mi visita a la ciudad (un pen-drive, cable de mi computadora, cargador de mi celular, billetera con mis documentos y mi AmEx) además de elementos clave como las llaves de mi casa (regresaría a mi casa a la madrugada, y todos sabemos que los cerrajeros a la madrugada cotizan en bolsa).

Insistí a los empleados de la oficina de objetos perdidos. La mochila debía estar ahí, en algún lugar. "Una mochila de cuero, de color mostaza, de este tamaño"
.

A esta altura, se había sumado una empleada (filipina). Cuando escuchó el color, me miró con cara de complicidad y dijo: "ya sé qué puede estar pasando. ¿Tiene una foto de la mochila?". Busqué en Internet en la tienda (Lazaro) y le mostré la foto.

"Claaaro", me dijo. Si la encontró algún hombre, es probable que esté en el grupo de "mochilas marrones" o "mochilas amarillas". Miré al chofer que estaba a mi lado con ganas de compartir el momento lingüístico sublime que acababa de ocurrir, pero él estaba ocupado en otra cosa (y quizás hubiera malinterpretado el comentario).

Ni inferiores ni superiores, pero sí distintos en tantas cosas (de origen cultural o no).

domingo, 1 de diciembre de 2019

Renminbi... the wot?

Claro que ya sé que no conozco todas las palabras del español (mi lengua materna, a la que traduzco) y mucho menos todas las palabras del inglés (mi segunda lengua, desde la que traduzco).
Sin embargo, me pasa muchas veces cuando me encuentro con una palabra por primera vez en la vida que... ¡no lo puedo creer! ¿Cómo puede ser que nunca me haya cruzado con esta palabra (la que fuera) en algún momento al menos una vez? Me pasó recién.
Así que así que.... 'Renminbi', mucho gusto. Primero pensé que eras una errata.