¿Cuáles son mis cinco escritores favoritos?
Jorge Luis Borges
Jorge Luis Borges
Jorge Luis Borges
Jorge Luis Borges
Alessandro Baricco
No leí toda la obra de Baricco, pero sí varios de sus libros. Mi favorito, por lejos, es Océano mar. El que menos me gusta, seguro para sorpresa de muchos, es Seda. Me gustó muchísimo Tierras de cristal (Castelli di Rabbia). Me gustó La esposa joven. Me fascinó Tres veces al amanecer. Novecento... es una lectura de la que nadie debería privarse. Mr. Gwyn es una delicia.
Pero iba a hablar (informalmente, claro) sobre Homero, Ilíada.
Título: Homero, Ilíada
Autor: Alessandro
Baricco
Editorial: Anagrama, Barcelona, 2004
ISBN: 84-339-7069-0
Traducción de: Xavier González Rovira
Alessandro Baricco decidió ‘traer’ la Ilíada al siglo 21 para que
su versión fuera leída en público (quizás intuyendo que son muchos los
mortales, sin ir más lejos, quien escribe, que no leyeron la obra de Homero,
fuera de algunos análisis de ciertas partes en colegios o universidades).
Es decir que Baricco nos invita a recuperar la Ilíada. Suena tentador.
En el prólogo, explica qué modificaciones le hizo a la obra:
1) Hizo
ciertos cortes para que la lectura tuviera una duración compatible con la
«paciencia del público moderno» (el famoso homo
zapping). Cortó las apariciones de los dioses que, en su opinión, son las
más ajenas a la sensibilidad moderna.
2) Trabajó
sobre el estilo de la obra para quitarle asperezas arcaicas que ocultarían el
corazón de la historia. Dice Baricco: «Creo que acoger un texto que viene desde
tan lejos significa, sobre todo, cantarlo con la música que es nuestra.» Claro
que estas palabras de Baricco nos llevan, otra vez, al dilema de Schleirmacher.
3) La
obra está relatada en primera persona (él eligió ciertos personajes para que se
hagan cargo del relato).
4) Hizo
algunas adiciones a las que marcó con letra cursiva.
El prólogo de la obra es hermoso (Paradoja sobre paradoja –
Una humanidad combatiente) Es que estamos frente a un texto griego traducido al
italiano (por María Gracia Ciani), adaptado en otro texto también italiano (por
Alessandro Baricco) que llega a los lectores de otras lenguas ¡en un tercer
idioma! (en mi caso, la traducción al español de Xavier González Rovira).
Concluye Baricco: «Borges se habría frotado las manos.»
La historia es la historia de las luchas entre aqueos y
troyanos donde se destacan la presencia de Aquiles, Ulises, Héctor y
Demóstenes.
Ahora bien, cuando termina la historia madre (la Ilíada ) y creemos que ya
está, nos recibe Baricco con unas reflexiones brillantes sobre la guerra, sobre
la condición humana. Dice que la
Ilíada es un monumento a la guerra y que la guerra es la
única forma posible que ha encontrado el hombre, hasta ahora, de convivir, de
cambiar su propio destino. (El hombre sigue en guerra hoy, en el siglo 21). El
libro termina con una invitación, nada ingenua, a pensar (y hacer) otro mundo
posible.
«Demostrar que somos capaces de iluminar la penumbra de la
existencia sin recurrir al fuego de la guerra. Dar un sentido, fuerte, a las
cosas, sin tener que llevarlas hasta la luz, cegadora, de la muerte. Poder
cambiar el destino de uno mismo sin tener que apoderarse del de otro.»
Alessandro Baricco, Homero, Ilíada, página 186
Palabreros de ley: merecen este libro. No se lo pierdan.
Aurora Humarán